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La temperatura en el jamón ibérico

La importancia de la temperatura en el jamón ibérico de bellota de Tu Jamón Directo.

Cuando tenemos un jamón ibérico de Tu Jamón Directo en casa, queremos y debemos de tratarlo con mucho mimo para que éste gran producto, lo degustemos en perfectas condiciones. Al jamón ibérico no le gusta ni las altas temperaturas ni las bajas temperaturas, porque tanto en un caso como en otro, pierde textura y sabor. A la hora de conservar el jamón ibérico, tenemos que tenerlo a una temperatura de entre 10 a 15 grados. A la hora de degustarlo, ya hablaremos de unas temperaturas diferentes para disfrutarlo al máximo.

Para degustar el jamón ibérico tenemos que irnos a unas temperaturas que deben de oscilar entre los 20 a 24 grados. Esa es la temperatura adecuada para que la grasa se funda y tengamos en boca los aromas y los sabores que nuestro jamón ibérico de bellota debe de dar. La temperatura es muy importante si queremos disfrutar de las características organolépticas del jamón ibérico.

Si estamos en una época del año donde hace frío, estamos en un lugar donde hace frío, o nuestro jamón está frio, hay que atemperarlo y conseguir que llegue a esos 20 a 24 grados de temperatura. Solo hay que esperar que el jamón tenga esa temperatura para cortar y servir o para sacar de nuestro paquete y servir. Ya dependerá si tenemos el jamón en una paletilla o en una pata, deshuesado o lo tenemos ya cortado y envasado.

En muchas casas no tendremos termómetros específicos para tomar las temperaturas de carnes y así usarlo para coger la temperatura del jamón ibérico por lo que tenemos que recurrir a tomar la temperatura al lugar donde estemos y así, sin ser un gran experto, aproximarnos lo máximo posible a esa temperatura de 20 a 24 grados para degustar el jamón.

Si estamos en una época del año donde hace calor o estamos en un lugar con mucho calor, hay que cuidar mucho más nuestro jamón ibérico e intentar siempre conservarlo entre los 10 a 15 grados. A la hora de servir, hay que hacerlo justo en el momento en el que lo vayamos a degustar porque el calor hará que pase rápidamente de los 10 a los 20 grados. Un jamón ibérico por encima de los 24 grados, comienza a sudar en exceso y comienza a perder esa grasa que nos dará el sabor y la textura deseada.

A la hora de atemperar un jamón ibérico, hay que hacerlo poco a poco, no debemos de someter nuestro jamón ibérico a cambios bruscos de temperatura para no alterar su sabor. El jamón ibérico se degusta y se disfruta todo el año siempre que se cuide y se mime. La temperatura a la hora de conservarlo es una y la temperatura a la hora de servirlo es otra, ya sea verano o invierno. En casa solo tenemos que averiguar cual es la mejor zona para tener nuestro jamón ibérico y así evitaremos alterar en exceso su grasa y podemos degustarlo al 100 % en textura y sabor.

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