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El salchichón ibérico de bellota

El salchichón ibérico es todo un clásico entre los embutidos, muy popular entre niños y mayores y con una gran versatilidad en sus presentaciones. Perfecto tanto para degustar en suculentos bocadillos como para alegrar nuestra mesa con deliciosos pinchos y tostas, el salchichón ibérico cuenta con una auténtica legión de admiradores.

Sin embargo, no todo el mundo sabe qué es exactamente el salchichón, más allá de ser un producto del cerdo. Conozcamos algo más sobre este excepcional embutido.

Ingredientes y elaboración del salchichón ibérico.

Para la preparación del salchichón ibérico son utilizadas piezas con grasa entreverada de cerdo ibérico (secreto, pluma y presa), que a su vez se condimentan con distintos ingredientes (sal, nuez moscada, pimienta negra, ajo, cilantro…).

Para su elaboración se pica la carne, sin añadir ningún tipo de grasa extra, se mezcla con las especias y se embute en una tripa de cerdo o de vaca. Posteriormente se le somete a un proceso de curación y de secado. Su comercialización se produce cuando el embutido ha alcanzado su punto óptimo para ser consumido.

Valores nutricionales del salchichón ibérico.

La fama del salchichón ibérico no solo se debe a su excelente sabor y a su gran versatilidad, también es un alimento muy saludable con unos interesantes valores nutricionales que lo hacen muy recomendable para cualquier dieta sana y equilibrada.

El salchichón ibérico es una poderosa fuente de minerales como el selenio, el fósforo, el zinc y el hierro hemo. Entre sus vitaminas destacan las del grupo B y K, poseyendo también trazas de vitamina A y E. En cuanto a su aporte calórico, cada 100 gramos de este alimento suponen 438 calorías.

Por sus múltiples cualidades, un consumo moderado de salchichón ibérico es muy positivo para el mantenimiento de nuestros músculos y huesos, entre otros beneficios.

Diferencias entre el chorizo y el salchichón ibérico.

Ambos embutidos, auténticas estrellas de la gastronomía española, pueden ser considerados como “primos hermanos” por sus muchas similitudes, aunque sus diferencias son evidentes para cualquier amante de los derivados del cerdo.

Los ingredientes principales de ambos productos son los mismos, aunque el periodo de curación del salchichón es mayor que el del chorizo. Por otro lado, el chorizo tiene como especia más importante el pimentón, que es lo que le proporciona su característico color rojo.

En definitiva, el salchichón ibérico (y el chorizo, por supuesto) es, y seguirá siendo, uno de esos productos que nunca pueden faltar en nuestra despensa y cuya degustación siempre supone un placer para toda la familia.

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