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Cómo identificar un buen jamón ibérico

Comer jamón ibérico es uno de los mayores placeres de la vida, pero no siempre un jamón sabe como esperábamos. Por ello, para evitar problemas con el sabor, es bueno saber identificar un buen jamón antes de llevarnos una loncha a la boca.

Cómo identificar un buen jamón

Podemos aprender a identificar un buen jamón

Los buenos jamones ibéricos se reconocen a simple vista gracias a unas características básicas entre las que destacan la forma que tiene la pata y la pezuña, el tamaño y la brillantez del tocino, entre otras.

Reconocer un buen jamón ibérico

En primer lugar, no nos debemos fiar del peso del jamón. Al contrario de lo que se pueda pensar, un jamón gordo y pesado no es sinónimo de calidad. Los buenos jamones ibéricos, ya sean jamón de bellota, de recebo o de cebo (las tres variedades existentes), son estrechos y alargados, siendo más largos que anchos.

La forma y el color de la pezuña también nos dice mucho de la crianza del cerdo. Si la pezuña es larga significa que apenas ha estado en el campo, por lo que ofrecerá un jamón o una paleta de baja calidad. Las pezuñas han de ser redondeadas y de color negro, siendo esto señal de que la paleta ibérica o el jamón que vayamos a comprar tendrá una calidad superior.

Por último, deberemos fijarnos en el tocino de la pieza. Debe ser amarillo y blando al tacto. Si esta parte del jamón está dura, significa que el cerdo ha sido alimentado con piensos de baja calidad y por lo tanto no debemos adquirirla. Debe ser gelatinosa, pudiendo hundir el dedo sin problemas. Si esto ocurre, nos encontraremos ante un jamón de bellota de calidad.

Qué jamón comprar

A la hora de comprar un jamón hay que prestar atención también al proceso de elaboración, ya que la elaboración artesanal que respeta el proceso tradicional es sinónimo de buena calidad en la mesa.

Al contrario de lo que pueda parecer en un principio, las manchas blancas que se observan en el jamón son también un síntoma de calidad puesto que reflejan una larga y lenta curación , ya que se debe a un proceso de cristalización de tiroxina, que se da cuando la curación es lenta y no en procesos industriales acelerados curación.
Si no sabemos por cual decidirnos, podemos optar por un jamón ibérico con Denominación de Origen Guijuelo, una denominación de origen que solo certifica jamones de calidad, de gran sabor y textura.

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