Diferencia entre D.O. Guijuelo, gran reserva y recebo
Cuando tomamos la decisión de comprar un jamón ibérico, hay muchas preguntas que se nos vienen a la cabeza, y muchos de nosotros no tenemos demasiado claro qué pieza comprar. Por ello, hoy os vamos a explicar la diferencia que existe entre un jamón ibérico de bellota con Denominación de Origen Guijuelo, un jamón ibérico de bellota gran reserva y un jamón ibérico de recebo.
Existen algunas diferencias entres los tres tipos de jamón ibérico que ofrece Guijuelo Directo
En primer lugar, hay que mencionar los jamones ibéricos de bellota con Denominación de Origen Guijuelo, que son los de mayor calidad puesto que proceden de cerdos que han sido criados en total libertad en las dehesas de Extremadura y Andalucía, alimentándose única y exclusivamente de bellotas durante la época de la montanera, que va de octubre a febrero y es la última fase en la cría del cerdo ibérico.
Su periodo de curación es superior a 36 meses y sus características morfológicas, de alimentación y de edad de los animales, están avaladas por la Denominación de Origen Guijuelo, por lo que si queremos acertar y sorprender con nuestra elección, deberemos decantarnos por uno de estos jamones de Guijuelo.
Jamón ibérico gran reserva
Este tipo de jamones también se obtienen de cerdos que han sido alimentados con bellota en las extensas dehesas extremeñas y andaluzas. Poseen una pezuña fina y un aroma profundo e intenso que hará las delicias de los paladares más exquisitos. Estos jamones ibéricos no tienen la denominación de origen porque no han sido presentados a los controles de calidad del Consejo Regulador.
El peso suele rondar los 7,5- 8 kilogramos, igual que el de bellota, y su periodo de curación nunca es inferior a 28 meses.
Jamón ibérico de recebo
Se trata también de un jamón de altísima calidad, siendo algo más económico. El cerdo del que se obtienen estos jamones ibéricos está alimentado también con bellota en la época de montanera, pero finaliza su alimentación con piensos naturales.
Procede de cerdos que, o bien entraron tarde, o eran demasiado pequeños cuando comenzó la montanera y no pudieron finalizar su engorde con bellotas, por lo que hubo que añadir a la dieta piensos naturales, sobre todo a base de cereales, maíz, trigo y cebada principalmente.
Su periodo de curación supera los dos años y es una magnífica opción si queremos deleitar a nuestros invitados.
Sea cual sea nuestra elección, lo único que queda claro es que los jamones ibéricos son una magnífica inversión, ya que son unos productos que destacarán por encima del resto en nuestra mesa y con los que siempre acertaremos.
